Para el bol

Hacer una plancha lo suficientemente grande para que puedas hacer un círculo de unos 25 centímetros de diámetro. En mi caso esa es la medida que hace mi molde (media circunferéncia). Es importante que primero tomes las medidas de lo que utilizarás como molde.

Recortar el cículo en la plancha. Yo me ayudo marcando el cículo con un compás.

Para el pié

Hacer una plancha lo suficientemente grande para que puedas hacer un rectángulo de unos 20 centímetros de largo (dependiendo de tu molde) y 5 centímetros de ancho (dependiendo de la altura que le quieras dar). Es importante que primero tomes las medidas de lo que utilizarás como molde.

Recortar el rectángulo en la plancha con ayuda de una regla y una escuadra o cartabón para hacer los ángulos rectos.

Para el bol

Usar una media esfera o un bol ya terminado para utilizar como molde, y colocar la planca encima del molde.

Con cuidado y paciencia ir adaptando la plancha a la forma del molde, evitado que queden arrugas o se deforme demasiado.

Para el pié

Utilizar algún cilindro para hacer de molde, y colocar la plancha alrededor del cilindro. Coser la junta con ayuda de barbotina y un churrito de la misma arcilla.

Marca en el bol el centro de la base y une el cilindro que hará de pié de la pieza. Ayúdate de barbotina y un churrito de la misma pasta para que se ensable bien y evitar grietas en el secado.

Para sacar la textura, ayúdate de una medialuna metálica para rascar la superfície de la pieza. Es mejor que esperes a que esté en consisténcia de cuero o incluso un poco más seca.

Una vez tengas la pieza bizcochada, aplica a pincel el esmalte Botz 9866. Yo le apliqué sólo una capa para que se viera un poco la arcilla de debajo (¡me gusta el efecto!), pero puedes aplicar más capas si prefieres que quede uniforme.

¡Y ya esta listo para la última horneada!