Monococción
La monococción es un proceso cerámico que integra las etapas de bizcochado y vidriado en una sola cocción, reduciendo el tiempo, el consumo de energía y los costos de producción. En este método, el esmalte se aplica directamente sobre la pieza cruda, sin haber sido previamente bizcochada. A medida que la temperatura en el horno aumenta, la pieza pasa de ser arcilla húmeda y frágil a un material endurecido y vitrificado, mientras el esmalte se funde simultáneamente, formando una capa vítrea sobre la superficie.
Esta técnica exige un control más preciso de la humedad en la pieza antes de la cocción, así como una formulación de esmaltes adecuada para resistir el cambio de volumen, la expulsión de gases y la eliminación de humedad durante el ascenso térmico. Aunque puede presentar más desafíos técnicos que el método tradicional de doble cocción, la monococción resulta atractiva en contextos industriales o semi-industriales que buscan optimizar recursos. Su uso es común en la producción de loza utilitaria, al simplificar la cadena productiva sin comprometer la calidad del producto final.Dato interesante
La generalización de la monococción se vio impulsada por la Revolución Industrial, cuando la demanda masiva de vajillas y otros productos cerámicos requería métodos más rápidos y eficientes. La adopción de hornos mejor diseñados, el desarrollo de esmaltes de una sola cocción y el perfeccionamiento del control del fuego hicieron posible esta revolución tecnológica.Consejo útil
Asegúrate de que las piezas estén completamente secas antes de iniciar la monococción. Una humedad excesiva en la arcilla puede generar vapor interno durante la subida de temperatura, provocando grietas, deformaciones e incluso roturas. Experimentar con distintas curvas de temperatura y tiempos de meseta te ayudará a perfeccionar esta técnica.