Liso

Liso

El término liso se refiere a una superficie de esmalte completamente suave y sin texturas visibles o palpables. Este tipo de acabado se obtiene mediante una aplicación uniforme del esmalte y una cocción controlada que permite que el esmalte se funda de manera homogénea sobre la superficie de la pieza. Los acabados lisos son altamente apreciados en piezas utilitarias como vajillas, tazas y platos, ya que proporcionan una superficie fácil de limpiar, estéticamente atractiva y funcionalmente práctica. Además de su apariencia impecable, los acabados lisos ofrecen beneficios funcionales significativos. Una superficie lisa es menos propensa a la acumulación de residuos de alimentos y líquidos, lo que facilita la limpieza y el mantenimiento de la higiene. También mejora la resistencia a las manchas y la penetración de líquidos, aumentando la durabilidad y la vida útil de las piezas cerámicas. En contextos decorativos, los acabados lisos permiten una mayor fidelidad en la reproducción de detalles pintados o impresos sobre la superficie del esmalte, realzando la precisión y la nitidez de los diseños aplicados.

Dato interesante

En la cerámica islámica medieval, se perfeccionaron técnicas de esmaltado liso para lograr acabados brillantes y reflectantes. Estas técnicas, que involucraban la aplicación de múltiples capas de esmalte y cocciones precisas, fueron altamente valoradas en la fabricación de vajillas y objetos decorativos destinados a la élite.

Consejo útil

Para lograr un acabado completamente liso en tus piezas cerámicas, es fundamental aplicar el esmalte en capas finas y uniformes, evitando escurrimientos o acumulaciones que puedan crear imperfecciones en la superficie. Utilizar herramientas como un pulverizador o un aerógrafo puede ayudarte a controlar la aplicación del esmalte de manera más precisa, asegurando una cobertura homogénea.